Muchas niñas y niños siguen viendo el colegio como un lugar donde, paradójicamente, cuesta aprender. Y en muchos sentidos, y a pesar de los esfuerzos de parte del profesorado, lo es. Los deberes y los exámenes, que siguen estando en el centro de la configuración del currículo educativo, suponen según el informe PISA de 2015 publicado por el Ministerio de Educación «una fuente de ansiedad más que una motivación para aprender habilidades útiles». El 74% de los estudiantes encuestados en España dice que con frecuencia les preocupa si el examen será difícil, al 66% le preocupa sacar malas notas y el 67% dice sentirse muy nervioso ante un examen incluso cuando se sienten bien preparados para ello.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario