“El padre es el apoyo. El padre es el sostén de la situación”. Son frases de las clases de preparación al parto dando vueltas en mi cabeza. La principal preocupación de un padre primerizo y, en mi caso, bastante aprensivo, es no marearse en el momento en que su compañera esté dando a luz. “No te puedes marear. Si no, menudo apoyo”, me repite ella.
Con las primeras molestias, sábado por la mañana, muestro tranquilidad. Incluso cierta apatía o despreocupación. Su rostro no me indica esos temibles dolores tan esperados.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: David Swift | Flickr