Un hombre de 46 años se suicidó ayer por la tarde arrojándose a las vías del tren tras acabar presuntamente con la vida de sus dos hijos, Alejandro -de 13 años y con parálisis cerebral- y Marina -de ocho años-, después de prender fuego a su vivienda, un piso bajo de la plaza de Benjamín Palencia de Getafe. A tenor de las primeras informaciones, el parricida encerró a los niños en la habitación matrimonial, quemó la estancia y luego se marchó tras cerrar con llave la vivienda. En ese momento, la madre, de 45 años, no se encontraba en el domicilio.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo