Bryan Thornhill, que se describe en sus redes sociales como «un padre, un marido y un dueño de un negocio pero, sobre todo, un hombre temeroso de Dios que no es perfecto», descubrió que su hijo Hayden, de 10 años, hacía bullying a sus compañeros de la ruta escolar cuando fue expulsado del autobús por este motivo durante tres días.
Para darle una lección, decidió que el niño fuera corriendo al colegio bajo la lluvia, mientras él lo seguía con el coche y lo transmitía y lo contaba en directo en Facebook.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País