Pero hoy me quiero centrar en otro aspecto de esta realidad, uno más concreto. Hoy quiero hablar de los influencers, o de aquellas personas que aspiran a serlo, gente cuyo mayor activo son los seguidores que tienen en redes sociales.
Conmigo que no cuenten para presumir ante las marcas, para sacar pecho admirando lo nutridos que están sus instagrams, si están utilizando a sus propios hijos como munición para lograr ese objetivo.
Llevo ya un tiempo que no doy ‘me gustas’ ni entrego corazoncitos virtuales a nadie que busca activamente la popularidad en redes sociales, menos aún si son ya parte de su medio de vida, subiendo constantemente fotos de sus niños.
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