Estas semanas, miles de padres vagamos, como zombis desesperados, de colegio en colegio, atraídos por la promesa de futuros buenos cerebros. O al menos, de su lugar de entrenamiento para que los músculos mentales de nuestros hijos se desarrollen bien y tengamos a pequeños sabios, felices y con idiomas. Vaya, que nos apuntamos a todas las Puertas Abiertas del barrio, porque somos padres exigentes que queremos documentarnos bien ante una decisión tan importante. Y porque las visitas son gratis.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Serge Kutuzov | Unsplash