El desarrollo emocional tiene lugar en una etapa temprana de la infancia, siendo clave la franja entre los 3 y los 6 años. Es en esas edades cuando los niños y niñas deben adquirir las habilidades de inteligencia emocional oportunas, como la identificación, el reconocimiento y la gestión de las emociones básicas, que les permitirán socializar de manera adecuada. La coherencia y el modelo paternal serán cruciales para ayudarles a desarrollarlas de forma adaptativa y constructiva.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Caroline Hernandez | Unsplash