Mitad de la noche. El bebé empieza a llorar. Uno de los padres se levanta para calmarlo. No lo consigue… y entonces se enfrenta al eterno dilema: ¿se insiste hasta que el niño vuelva a dormirse en su cuna o lo lleva a la cama para que descanse junto a ellos?La situación genera un debate en el que participan con vehemencia tanto padres como científicos, y en el que se esgrimen argumentos que tienen que ver con la biología y con los afectos.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: taylormackenzie | Flickr