Para quienes tener pareja y formar una familia es uno de sus objetivos prioritarios en la vida, la celebración de San Valentín puede convertirse en “uno de esos días”, una fecha en la que se amplifican los sentimientos de frustración y tristeza. Decaimiento y ansiedad pueden, incluso, llegar a convivir con la pérdida de autoestima.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Gayle Nicholson | Flickr