Sonia tiene 31 años de los cuales catorce (prácticamente la mitad de su vida) los lleva con su marido y padre de sus hijos. Desde el principio tuvieron las cosas claras: querían tener hijos pronto y al menos dos para que se hicieran compañía.
Los planes salieron más o menos como imaginaron. Más o menos porque el primero nació por cesárea así que hubo que esperar el prudencial tiempo para quedarse embarazada del segundo.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón
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