Niña, de 11 años, de nacionalidad boliviana, madre tras ser embarazada por su propio hermano, y ahora mismo residente de una familia de acogida. El caso ocurrido la semana pasada en Murcia ha puesto el foco en un problema que, sorprendentemente, no es tan extraordinario como se podría pensar: el de las madres no ya adolescentes, sino niñas. La noticia ha sido mediática, pero no lo fue tanto en la sección de Maternidad del Hospital la Arrixaca de Murcia, donde trataron a la menor. «Estamos acostumbrados a ver niñas embarazadas», afirmaban fuentes del centro a LA RAZÓN. Y es que, «aunque no es lo normal», no deja de ser para estos profesionales «un caso más de maternidad infantil o adolescente». Intervenciones quirúrgicas, por cierto, que suponen un riesgo tanto para ellas y sus retoños.
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