Mensajería instantánea, vídeos musicales, redes sociales, videojuegos, cantidades ingentes de información (no siempre buena) y muchas oportunidades no exentas de un cierto peligro. Las nuevas tecnologías, hoy casi omnipresentes, continúan siendo un desafío para muchos padres, inseguros acerca de cómo conciliar la educación integral de sus hijos con el tiempo que estos pasan pegados a una pantalla. ¿Es en verdad tal abundancia de tecnología perjudicial para los niños? Cada vez son más los expertos que reivindican su uso como una herramienta para el aprendizaje y el desarrollo, enfatizando la necesidad de mejorar la calidad de esta exposición en vez de simplemente poner límites temporales.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Intel Free Press | Flickr