Lo hacemos poco, pero siempre que paseamos por la sección infantil de la tienda de una gran cadena de moda lowcost, salimos con la misma sensación: la ropa de niños es mucho más divertida que la de las niñas. En la de los primeros hay colores más vivos y en los estampados priman los dinosaurios, los monstruos, los superhéroes, los grupos de rock y los mensajes que alientan su poder, su capacidad para ser una estrella, para cambiar el mundo, para ser el FUTURO, así en mayúsculas. En la de las segundas la gama de colores es mucho más limitada y pastel y en los estampados de camisetas y sudaderas reinan los gatos, los corazones, las princesas y mensajes emocionales que les dicen que son una edición limitada (con un corazón, por supuesto) o que las cosas pequeñas son las que importan.
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