Ante una separación o divorcio, los hijos se ven enfrentados de manera muy abrupta a un gran dilema. De pronto viven una nueva situación en la que no es posible estar con mamá y papá a la vez, cuando hasta entonces sí que había sido así. La sensación de ruptura y de disociación que se produce en el mundo interno del niño es evidente, y tendrá que ir evolucionando hacia una integración de ambas figuras (siento la presencia y el vinculo con papá aunque esté con mamá en este momento y viceversa). Este proceso lleva un tiempo, y para que se resuelva de forma sana, requiere adultos capaces de manejar la situación. Los niños lo podrán elaborar de manera natural en la medida en que los adultos (progenitores y otros adultos de referencia), lo faciliten
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]