“¿Qué tal va el tuyo, duerme toda la noche, no son maravillosos?, empezaba. No, le respondía yo parca y tajante. No, no duerme toda la noche. No, no es maravilloso. A veces pienso que ojalá no hubiera tenido un hijo”, escribe la escritora Jane Lazarre en El nudo materno (1977).
El sueño de los hijos es y ha sido motivo recurrente de agotamiento y preocupación de los padres. Al menos de unas décadas a esta parte.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Pauleon Tan | Flickr