La muerte de una mujer en el parto, o poco después por causas relacionadas con el alumbramiento, es una situación especialmente traumática. Lo que se espera que sea un momento de plena felicidad se convierte en todo lo contrario. La relación entre el niño y el progenitor sobreviviente puede sufrir daños permanentes. A menudo el pequeño se siente culpable por la pérdida de su mamá, lo cual afecta su autoestima y otros aspectos de su desarrollo psicológico.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Engin_Akyurt | Pixabay