17 de diciembre. Carmen cumple un mes, y este lunes me reincorporo al trabajo. Pero no quiero despegarme de ella. Acabo de apartarla de mi regazo, dormida, después de haber comido y expulsado algunos aires. Está en la cama, se mueve, agita sus brazos, sus piernas, aún con los ojos cerrados: prefiere el calor humano, el piel con piel a las sábanas. Sólo tiene un mes, apenas hace un mes que salió del útero de su madre, Clara, y aún se está acostumbrando a su nueva vida.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Dean White | Flickr