Soy una incoherente: he tenido una hija, pero no aguanto ni una tarde de parque sin mirar la hora con impaciencia. Pienso en una frase que leí en un foro de crianza: «Haberte comprado un pez de colores». Se lo espetaba una internauta a otra que contaba su agotamiento después de tres noches sin dormir. «Es cierto», valoro yo en el parque: «el pez me dejaría dormir; el pez no comería tierra solo para provocarme». El pez sería más considerado.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario