Los militares dan la batalla por la conciliación familiar

El pasado 23 de noviembre, un juez de lo contencioso-administrativo de Murcia sentenció que la soldado M. C. tiene derecho a quedar eximida de guardias, servicios y maniobras para atender a su hija de dos años. Cuando se reincorporó tras la baja maternal, en enero de 2016, M. C. obtuvo permiso para llegar cada día al cuartel a las 8.30. Reducir su jornada laboral en una hora le permitía dejar a su hija en la guardería, a cambio de recortar su sueldo en un 15%, hasta quedar en unos 900 euros mensuales, pero no le libraba de hacer guardias de 24 horas, participar en ejercicios fuera de la base o acudir obligatoriamente a la celebración de la patrona o carreras deportivas. Con frecuencia, estos eventos se anunciaban con tan poca antelación que le era muy difícil encontrar a alguien que se ocupase de su hija.

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[fa type=»file-text»]  Fuente: El País

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