Nacieron con una excepcionalidad difícil de llevar, especialmente sobre unos hombros infantiles. La deformación física facial no pasa inadvertida para la gente. Como poco, provoca extrañeza. En la escuela siempre hay alguien que señala, critica, incordia y trabaja para excluir. ¿Cómo se sobrevive al hecho de ser el centro de todas las miradas? Estas dos adolescentes de 15 años se han acostumbrado, con el tiempo, a plantar cara a los individuos poco amigables con gestos que quieren decir: “El problema no está en mi cara, está en tus ojos”.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia