Acaba de comenzar diciembre y la cuenta atrás para la Navidad, un periodo marcado fundamentalmente por las reuniones familiares y de amigos. Sin embargo, lo que en un principio parece ser tiempo de paz e ilusión, se puede convertir en un verdadero tormento cuando en estas celebraciones hay dos personas que, tras alguna discusión del pasado, o bien no quieren sentarse juntas en la misma mesa, o, si lo hacen, generan gran tensión al resto de comensales, arruinando, en ocasiones, el encuentro.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC