Alberto García y su hermano mellizo, Manuel, se fueron de casa de sus padres en Trujillo (Cáceres) con 18 años para estudiar una carrera. Ocho años después, con 26, uno estudia en Madrid y otro trabaja en Barcelona, pero los dos tienen algo en común: necesitan la ayuda económica de sus progenitores para mantenerse. Y no son los únicos. En España, el 24% de los jóvenes emancipados asegura que sus ingresos mayoritarios vienen de los padres o algún otro familiar, una cifra que en 2008 se situaba en el 14%, según el Estudio de la Juventud de 2016 del Ministerio de Sanidad que entiende como jóvenes aquellos de edades entre 15 y 29 años.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País