La creencia popular es que los bebés, a pesar de estimularse con todo lo que sucede a su entorno, son incapaces de discernir lo que ocurre a su alrededor. Una leyenda urbana que echa por tierra un último estudio elaborado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Según esta investigación, los bebés de 10 meses son capaces de saber cuánto te cuesta algo o cómo lo valoras, solo observando lo duro que trabajas para conseguirlo. Son capaces de saber si llegar a tu objetivo te ha supuesto escalar paredes, muchos minutos de llanto o desafíos externos. “Esto implica que el niño es capaz de integrar la información suficiente sobre los costes y los beneficios que la persona emplea para obtener lo que desea”, según se explica en un comunicado.
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