“Manera peculiar de sentir o pensar”, así es como define la Real Academia Española el rasgo de la sensibilidad. Todos estamos dotados de esta capacidad, pero hay personas que son superdotadas a la hora de sentir, lo que les aporta una forma diferente de ver, escuchar, oler y sentir el mundo, a todo volumen. Los niños con estas características tienen una fecunda imaginación y creatividad. Son empáticos, inteligentes, intuitivos, atentos, constantes y comprensivos, pero también se abruman ante situaciones con gran cantidad de estímulos o ante sonidos fuertes o luces muy brillantes, por eso lo evitan y pueden parecer tímidos o inquietos.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Diana Feil | Unsplash