Algunos casos de violencia machista que se dan en el medio rural mantienen algunas singularidades que los convierten en mucho más complejos, si cabe, para las mujeres que sufren estas situaciones. El proceso no acaba en la denuncia contra el maltratador. La falta de comunicación de los pueblos por carretera con los partidos judiciales y la dependencia de las víctimas, junto con otros factores, han generado un «vacío» en el acompañamiento a mujeres con hijos, sin carné de conducir y en zonas prácticamente incomunicadas.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario