El 1 de enero de 2018 se volverá a ampliar en una semana, hasta cinco, el permiso de paternidad en España. Seguirá siendo independiente del de la madre e intransferible; si no lo usa el hombre, se pierde. Pero aún está lejos del que se disfruta en otros países europeos y de las exigencias de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción(PIINA), que reclama la equiparación de ambos. Noruega da un permiso a los padres de hasta 112 días de duración (16 semanas), en Islandia se cuenta con 90 días, igual que en Eslovenia, y los suecos pueden disfrutar de hasta 70 días, mientras Portugal ofrece 20. En cualquier caso, Bruselas ya ha anunciado su propuesta de extender el permiso a los padres a 16 semanas, las mismas que tiene el permiso de maternidad en nuestro país. Es un hecho demostrado que una baja de paternidad más larga logra avances en corresponsabilidad a la hora de criar a los hijos. El quid de la cuestión es si debe ser obligatoria. ¿Se hará efectiva si los hombres ven peligrar su estatus en la empresa? De eso discuten la periodista Cristina Villanueva y la profesora de EAE Business School, Esther González.
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