La mayoría de asesinatos machistas está precedida de denuncias de amenazas y control, no de agresiones físicas graves

T.F fue la primera mujer asesinada por violencia machista en 2015. En agosto de 2013 había acudido al cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola (Alicante) para denunciar a su marido por vejaciones, desprecios y amenazas habituales en los 45 años de relación, a la que luego puso fin. «Si me haces daño algún día, te mato y me da igual ir a la cárcel», cita el atestado policial. El juez le impuso una orden de alejamiento, pero poco después la sentencia absolvió al maltratador porque «los hechos no resultan suficientemente acreditados y existen versiones contradictorias entre las partes». Poco más de un año después fue asesinada junto a su hermana.

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[fa type=»file-text»]  Fuente: El Diario

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