Recuerdo una consulta que me hizo una madre de tres hijos, les castigaba y discutía con ellos continuamente y estaba convencida de que era a causa de los celos entre hermanos. Me explicaba que había intentado hacer todo lo posible para que esto cambiara, pero a día a día se repetían los malestares, insultos y mal ambiente. Y eso provocaba en ella nervios, frustración y la imposición de más castigos.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País