En estos procesos durante muchos años las familias nos han consultado o pedido ayuda cuando la situación se ponía tremendamente complicada, la tensión entre los miembros de la pareja o expareja se hacía insostenible, y esto salpicaba a los hijos. Digamos que éramos el último recurso, cuando todo lo anterior no había funcionado. Ahora, esto está cambiando y son muchos los progenitores que acuden juntos a plantearnos que se van a separar o que se están divorciando, y cómo lo pueden hacer para minimizar el impacto de su decisión en sus hijos.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC