Hace algunas décadas, cuando la poeta norteamericana Adrienne Rich se dispuso a escribir sobre su propia maternidad la definió como algo a camino entre «la cólera y la ternura». Los momentos malos y los momentos buenos eran inseparables. En Nacemos de mujer (Cátedra, 1986), un libro completamente descatalogado, Rich describe el recuerdo del placer físico al sentir que su pecho era succionado por su hijo y también la rabia cuando no alcanzaba a dormir apenas por las noches. La maternidad la situó en un campo de batalla.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario