Eduardo Rodríguez González acude a los hospitales infantiles de toda España con una misión: hacer sonreír y soñar a los más pequeños. Como todo héroe de cómic que se precie, tiene doble identidad. O en su caso, triple. Eduardo se hizo policía «para ayudar a los demás. Estaba entre bombero, sanitario y policía. Me hice policía nacional porque al final siempre estamos en todas partes, ya sea en un tiroteo, un incendio o un accidente». Desde hace cinco años este malagueño de 28 años, que trabaja como agente en Madrid, exprime al máximo de lo posible su tiempo libre. En los hospitales infantiles es conocido como Spiderman y en aquellos casos en los que los padres de un niño con una enfermedad terminal le piden ayuda como acompañante a domicilio lo hace como Edu Balboa, por «Rocky Balboa». De hecho, «me conocen como Edu Balboa».
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