“Como azúcar para los adultos”. El título del estudio ya te hace sentir fatal. Sería gracioso —como el de esos cómics que tengo en casa, La cerveza vuelve fuerte a papá y El vino vuelve lista a mamá—, si no fuese porque el estudio trata sobre el efecto negativo que tiene en los niños que sus madres y padres beban alcohol de forma esporádica y moderada. Aviso, la conclusión te hace sentir aún peor: verte achispado, aunque solo sea un poco y de vez en cuando, preocupa, avergüenza y angustia a tus vástagos. A tu salud.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País