La Ley de seguridad alimentaria y nutrición advierte de que las comidas servidas en escuelas infantiles y centros escolares deben ser variadas, equilibradas y estar adaptadas a las necesidades nutricionales de cada grupo de edad. Y deberán ser supervisadas por profesionales con formación acreditada en nutrición humana y dietética. Campañas como los Desayunos Saludables de la Comunidad de Madrid destinados a la sensibilización de la comunidad escolar apuntan también en esa dirección.
¿Pero de qué sirve un menú equilibrado en la escuela si los niños lo encuentran insípido o aburrido, lo desechan y a la salida, hambrientos, se atiborran de chuches y bollería industrial?
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Cheshire East Council | Flickr