Teme la manta, no los gérmenes

Fear the Blanket, Not the Germs

Lo que yo sentí cuando conocí por primera vez a mi nieta, sólo con un par de horas de vida y descansando de las durezas del nacimiento, fue un poco diferente: familiaridad. Acunandole, instintivamente sujetando su delicado cuello, pensé: Ah, sí. Me acuerdo de esto.
(…) Algunas costumbres perduran, algunas habilidades son atemporales. Pero a lo largo de las décadas, otras cosas cambian – y mucho. Tienes que mantenerte al día.

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[fa type=»file-text»]  Fuente: New York Times
[fa type=»camera”]  Autor de la imagen: Jacob Bøtter | Flickr

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