Why Are More American Teenagers Than Ever Suffering From Severe Anxiety?
(…) No por casualidad, el fracaso era uno de los mayores temores de Jake. Le preocupaba privadamente; tal vez no podía mantenerse al día con sus compañeros, tal vez no triunfaría en la vida. El impulso implacable para evitar tal destino parecía venir de lo más profundo de él. Lo consideraba una fortaleza.
Los padres de Jake sabían que él tendía a estar nervioso; en secundaria (middle school), lo enviaron a un terapeuta cuando tenía demasiado miedo para dormir en su propia habitación. Pero nada los preparó para el día de hace dos años cuando Jake, entonces de 17 años, aparentemente «corrió a 150 millas por hora y chocó frontalmente con una pared de ladrillos», dijo su madre. Se negó a ir a la escuela y se acurrucó en la posición fetal en el suelo. «¡Simplemente no puedo soportarlo!», Gritó. «¡Simplemente no lo entiendes!»
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