Cuando las madres hablan a sus bebés suelen utilizar un tono exagerado, algo musical a veces, más lento, con frases cortas y repetitivas, que se conoce como «lenguaje infantilizado» o «dialecto mamá». Esta forma de hablar puede sonar algo tontorrona a los adultos, pero beneficia al pequeño, ya que juega un papel importante en el aprendizaje del lenguaje e involucra las emociones. Ahora, investigadores de la Universidad de Princeton (Inglaterra) han descubierto que ese cambio específico en el timbre de la voz es universal, y que lo emplean madres de todo el mundo independientemente de su idioma.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Oleg Sidorenko | Flickr