Los episodios psicóticos, caracterizados por cambios en el comportamiento extremos, suelen exteriorizarse a edad temprana, en la juventud y, sobre todo, cuando se está atravesado una situación vital límite que supera los recursos emocionales y las herramientas cognitivas de las personas que los sufren, entrando en una crisis de angustia insoportable que muchas veces les aleja de la realidad. Uno de los síntomas más reconocibles de estos brotes psicóticos son las alucinaciones: hablar, ver, saborear, interrelacionarse con cosas que no existen. Pero, ¿cómo es convivir con un joven que padece este trastorno? Para responder a esta pregunta en este martes 10 de octubre, día en que se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, contamos con la experiencia de Silvia Parrabera, directora de la Unidad de Atención Temprana de Fundación Manantial, psicóloga y terapeuta.
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