“Con pocos recursos y 40 alumnos cuesta mucho trabajo que atiendan porque se les exige un esfuerzo mental de vocabulario y metodología, además en inglés. Y porque no han tenido contacto previo con la filosofía ni son chicos lectores. Todo está en contra”. La profesora, que imparte clases de bachillerato en un instituto de Murcia, se parte la cabeza para seducir a sus estudiantes de 16 años y que disfruten en inglés a Hume y Descartes. La docente ofrece un retrato certero para entender por qué a menudo el bilingüismo en la enseñanza apenas da la talla.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Iolanda Ogando | Flickr