Nada más llegar a la Alcaldía en 2015, Manuela Carmena llamó la atención sobre la gravedad del problema que representaba la mala alimentación entre los más pequeños de la ciudad. La líder del Ejecutivo de Ahora Madrid puso números a esta lacra: 25.563 menores sufrían desnutrición. Se basó para dar esta cifra en la tasa Arope, en la que se incluye a aquellos que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días. Pocos días después, Carmena rectificó su estimación de niños desnutridos y se remitió a una encuesta realizada por la Asociación Nacional de Pediatría por la cual 15.000 niños de Madrid estaban en «una situación alarmante». La primera teniente de alcalde, Marta Higueras, salió al paso de este baile de cifras: «No nos consta que haya ningún menor en riesgo de desnutrición»
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