La realidad es que las nuevas tecnologías como Internet o los videojuegos se han convertido en los mejores amigos de muchos jóvenes, haciendo que dejen de lado, muchas veces, realizar actividades lúdicas en el exterior, sobre todo en las grandes ciudades. Pero todavía existen muchas pequeñas localidades en España en las que jugar en la calle es lo habitual. Pueblos pequeños y con pocos vehículos para disfrute de los niños. Y este debería ser el caso de Busot, un pequeño municipio situado en la provincia de Alicante y que cuenta con unos 3.075 habitantes. Pero parece que a los ciudadanos de Busot y a los turistas que acuden a la localidad no les gusta que los menores jueguen con el balón, patinen o monten en bicicleta en la vía pública de la localidad. Por esta razón, su alcalde recordó hace unos días que la ordenanza de convivencia cívica prohibía a los niños jugar «de forma masiva y espontánea» en la calle bajo multa de hasta 750 euros. La oposición critica la medida.
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