Tener hijos, sobre todo pequeños, da sueño. Y si no, basta con preguntar a cualquier madre o padre reciente, o incluso a muchos con niños de dos o tres años o más. Aunque uno sepa que va a descansar menos con la llegada de un bebé a casa, una cosa es la teoría, y otra, dormir cuatro o cinco horas, con varios despertares en medio, una noche tras otra, y así durante meses. Varios expertos han tratado de responder con libros a la demanda de padres desesperados para que sus niños duerman mejor
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País