Los niños se están quedando atrás. Mientras las niñas han dicho basta y se niegan a seguir haciendo únicamente el papel de princesitas, los chicos continúan oprimidos en el corsé del héroe que debe ser fuerte o el del futbolista que tiene que triunfar a toda costa y meter goles.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Janko Ferlič | Unsplash