Medio dólar por cabeza. Es decir, menos de 50 céntimos de euro o menos de lo que cuesta una barra de pan. Esa cantidad puede marcar la diferencia entre que a una persona le vaya mejor o peor cuando sea adulta. Todo tiene que ver con la estimulación cognitiva que reciba desde niño, con el desarrollo de su cerebro en sus primeros mil días de vida. Si se invierten tiempo y recursos en ese bebé, de mayor tendrá mejores perspectivas de vida. Pero si en esos primeros años no se le estimula lo suficiente, su futuro quedará condicionado.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Peter Hershey | Unsplash