Uno, su cuerpo, su silencio y nada más, excepto la locomotora incesante de la vida real: 24 horas que se repiten y se repiten y se repiten… en soledad. Tan solo que podría morirme es el crudo título con el que un grupo de investigadores estadounidense alertó en agosto de lo que ya existe: la soledad como un volcán irrefrenable.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Amaury Salas | Unsplash