El Efecto Coolidge, acuñado por el etólogo Frank A. Beach hace medio siglo, describe un fenómeno que se da entre los mamíferos por el cual, si los estímulos siempre son los mismos y se repiten en el tiempo, provocan un descenso del deseo. El sexólogo Ignasi Puig da con una solución escueta: cambiar esos estímulos. «Si una pareja solo mantiene relaciones sexuales una vez a la semana y siempre es el sábado después de ir a cenar y al cine, y siempre en el dormitorio, bajará la libido», explica (…)
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Fuente de la imagen: El País [fa type=»external-link»]