Las alarmas saltaron cuando supimos de un joven de 13 años al que sus padres le retiraron el móvil durante tres días y al volver a encenderlo tenía más de 14.000 mensajes de ‘WhatsApp’. Puede que este sea un caso extremo, pero está claro que los adolescentes viven cada vez más pegados a los dispositivos móviles, especialmente al teléfono, y que Internet se ha convertido en su principal fuente de ocio, a juzgar por los datos que arroja el último informe de la OCDE sobre el bienestar de los estudiantes. Según este, los alumnos españoles están conectados ‘online’ casi tres horas entre semana y media hora más los sábados y domingos. Una cifra un poco más alta que la media de los países de la organización. Además, el 69% de los jóvenes reconoce sentirse mal cuando no tiene cerca el móvil.
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