En un mes Manuel Lorente, maestro de 31 años de Zaragoza, aprendió que Juliette, su hija, se alimenta cada dos horas, que el peluche de la “ovejita” es para dormir y el del león va en el carro, y que cantar Tengo una muñeca vestida de azul mientras la acuna en sus brazos siempre funciona para calmarla. Lorente se siente afortunado y que aunque tras reincorporarse al trabajo se ha perdido muchas cosas, el aumento del permiso por paternidad de dos a cuatro semanas, le ha permitido conectar con su hija.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Kyle Head | Unsplash