Cornellà de Llobregat, un municipio de la provincia de Barcelona con 86.072 habitantes, está llevando a cabo una curiosa iniciativa para evitar los atropellos a menores: está pintando con colores vivos los pasos de peatones situados en los alrededores de las escuelas de la ciudad y reforzando su señalización con el fin de alertar a los los conductores de que extremen la precaución. Su objetivo es «reducir al mínimo» la accidentalidad en los pasos de cebra.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Fuente de la imagen: Ayuntamiento Cornellá [fa type=»external-link»]