Un extraño te sonríe en un bar y sin preverlo terminas en su casa esa misma noche. Te lo has pasado de maravilla, no has pensado en nada y solo has disfrutado. Pero cuando te despiertas en la cama de alguien que no es tu pareja es cuando afloran los fatídicos remordimientos. Muchos consideran que la infidelidad es inherente al ser humano, pues la monogamia no es un estado natural.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Timothy Vollmer | Flickr