Si hay una constante entre los nuevos padres, y sobre todo si estos son primerizos, es la falta de sueño que acompaña irremediablemente los primeros meses de la paternidad. La lactancia, mucha veces a demanda; la adaptación a nuevos horarios, que muchas veces no existen, y la propia personalidad del pequeño, que siempre los hay que duermen más o menos, influyen en la calidad del sueño de los nuevos progenitores, aunque suele afectar un poco más a las madres, según últimos estudios,
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Caitlin Regan | Flickr